Volvió a mirar el celular, lo desbloqueó con el patrón y ahi estaba su wasap y esa chica no se había vuelto a
conectar nunca mas, no hizo falta más para suponer que ella dejó el teléfono y la
conversación con él para sumergirse en una completa felicidad, porque al
ególatra le duele la soledad pero no le duele tanto como para dejar de
pensarse el centro de las historias.
Volvió a cruzarse de vereda porque no tenía ganas de escuchar los
piropos de esos gays que salen a la avenida de noche
para construir ese estado de gomorra con el que decoran su deseo y el
trayecto que va de Callao a Pueyrredon. Una parejita hetero, un chico y una chica alargaban
la despedida de una cita que había sido primeriza y encantadora, se
notaba porque ninguno de los dos quería soltarse, seguro que vivían con
sus padres o por alguna razón no continuaban el proceso de expropiación
del alma en un cuarto en una posición horizontal en un telo, pero no querían
despedirse, eso estaba claro, se sentaron en el escaloncito del edificio
porque sabían que la charla seguía un rato mas todavia, se sentaron y se rieron de
cualquier cosa, estaban donde querían estar, cuando a las personas les
pasa ese estado transitorio de estar donde quieren estar se les relajan
los músculos de la cara y del cuerpo, pero eso no podia verlo yo, la visual se les reduce a un cuadradito más
chico, un pixcel de expectativas, más próximo.
Cuando su conquistador hablaba la
chica trataba de no mirarlo tanto a los ojos porque no quería quedar
indefensa de lo tanto que le estaba gustando la situación, el chico
avanzaba, porque eso había aprendido, que a las chicas había que
avanzarlas, que el truco estaba en darle canon a esa energía, en no
soltarla toda de golpe, saber vender el producto y apropiarse de las
expectativas. Mientras tanto yo, el testigo ocular siguió caminando cuando advirtió que la
pareja ya lo había notado y no quiso arruinar el momento, no quiso que
su estado de nihilismo emocional arruine la esperanza de dos chicos que
todavía no se habían podido lastimar.
El ruido blanco porteño que lo tranquilizaba era el de autos que pasaban
ligero, de tráfico y de tiempo, de luces que eran lineas o luciernagas urbanas, como una constante y de la soledad que
habilita a los que caminan de noche como lo hice toda la vida, yendo a sus trabajos de horarios no
convencionales, a los puestos de flores, a los diarios, con artistas mal pagos, que
tratan de dormir alertas, como un cansancio que no se cura nunca. Sabía el
chico que si volvía a su casa no iba a poder dormir, sabía eso y
entonces evitaba la enorme tarea de intentar dormirse, no faltaba mucho
para que se haga la hora donde desayunan los que no tienen problemas de
agenda. Fue que supuso que comer era un buen reflejo a la falta de
reflejos que a esta hora lo atacaba.
Entonces quiso pensar o despensar que pensando en otra cosa iba a dejar de
pensar en eso que no tenía que pensar, pero el ejercicio de querer
llenar con un caudal mejor el goteo solo hizo que se agote y cuando te
cansás de pensar es muy distinto, porque se puede cansar el cuerpo, y eso se
recupera durmiendo, comiendo, descansando, pero cuando la cabeza se
agota es distinto, se hace difícil porque no hay indicaciones ni
escapatorias claras, cosas del alma tal vez.
Se fue nomas, agotado mucho mas de la mente a comer al café que
quedaba en la esquina de su casa y que si bien no era un café
recordable los mozos lo llamaban por su nombre, lo saludaban y lo hacían
sentir un ser específico en una red complicada de depresivos que es el
barrio del CAMPOSANTO en la Chacarita. Hundió una medialuna de manteca de San Remo, que ya no eran tan grandes, en la
espuma confusa de un café grande y fue lo primero que comió en muchas
horas, después de lo que había sido una jornada laboral improductiva,
pero que había necesitado del gasto energético que fue salir de la cama,
y la PC, bañarse lentamente con la musica de un CD de ella de fondo y volver a pie sin un plan de
viaje pensado. Cuando comió se dio cuenta de que tenía hambre, que tenía
mucha hambre y se comió las tres medialunas al hilo y con la boca llena
como un tipo que vuelve de la guerra le pidió a Abel el mozo un
tostado y sintió que tenía más hambre de la que había tenido en mucho
tiempo entonces sintió su cuerpo, sintió la comida bajar. Bajaba su alma también con el horario y alli en frente del cementerio como telón.
miércoles, 16 de octubre de 2013
miércoles, 2 de octubre de 2013
domingo, 29 de septiembre de 2013
viernes, 30 de agosto de 2013
Me ha pasado
Despertar en un cuarto que no es el mío
En una cama extraña con una extraña
Abrazar su presencia solo ese instante.
Las mujeres están todas locas
Para el contento de lo que busca el hombre
Levantarse y darse cuenta
Que una mujer no completará nunca ese vacío
Que son la hembra de otra especie
Extinguieron al macho
Fueron por nuestras hembras
Y ahora por nosotros
Lo están logrando
Mientras el cuerpo sigue ahí rendido
El espejo del pequeño baño
Me observa como un vidrio roto
Ella me mira
Para mirarme a mí mismo, feo
Está siempre en desacuerdo con todo
Aunque me diga que sí.
¿Qué haces ahí parado?
¿Te viste?
¿Dónde están esos ojos de niño soñador?
Solo ves el rostro de un hombre que se olvidó de quien era
Navegando por los ríos de mierda de esta cultura
Donde antes supieron navegar los piratas que ahora trabajan en la
aduana
O chupan bombachas.
Vuelvo a las sábanas
Y de nuevo la fricción
La saliva
Las sabanas
Y esa mujer con todo su misterio
Su geografía biológica
No es para entender
No es para suplir
Es y solo ahora
Es bella y mortal
Una pequeña muerte cotidiana más.
Somos inventores constantes
Me constituyo en cuanto a mi envoltura biológica que, por supuesto, luego es tomada por la cultura, por el significante, es decir, por aquello que vendrá a nombrar este organismo y a delimitarlme lo que le estará permitido hacer y todo lo que estará prohibido, desde el incesto y el parricidio en adelante.
Me siento dividido en este caso, neuroticamente por un lado y me preparo para no ser el objeto del deseo del Otro, y por ende, de mi mismo. No quiero completar la falta de saber ni, llegar a la conclusión de nada.
Para que me otorgan un nombre, un apellido, una nacionalidad, una sexuación, o sea, una filiación,
¿Esto me defina, esto dice lo que soy?.
En otros términos
¿La cultura me otorga la explicación de lo que soy, soy el lenguaje que me designa, ese número?
Algo tan básico y complejo como el lenguaje podrá tanto en la medida que lo permita. Somos inventores constantes de todo lo que sucede dentro y fuera de nuestra biología y desde ahí a la sociedad que se organiza como memoria viviente, como esto que nos rodea sin pausa. Soy el único ser viviente deseante, el único que pregunta el qué, el por qué, el para qué, y el cómo de la puta vida, yo, el mortal, lo sé. Soy un ser humano, una creación, un verbo, algo distinto por momentos a un animal, soy esta instancia sin armadura estable en busca de un objeto indefinido que incita el acto creador e incluso el destructor.
Escribo por esto, a veces pinto y saco fotos...
Los muertos no forman parte de mi vida, pero podrían necesitar ser parte de los demás. Estos muertos podrían ser todo lo que necesitan y tal vez quieran que yo sea el propio muerto de alguien. Las palabras son esos muertos, los otros, esos próximos sujetos que nos rodean, todos muertos. Ese sujeto que te mira en la calle, esa persona que duerme en tu lecho. Todos sujetos a algo, a la cultura, a su biología, a su pasado y no a su futuro, que tal vez sea la repetición, una vez mas, de todo lo que viene sucediendo desde hace tiempo.
Necesitamos gozar, buscamos el goce, el placer que nos arrebataron, buscamos el resultado, eso es la cultura de la que escribo, es el intento repetido por aprehender lo real mediante el intento por romper el límite que este lenguaje que construímos determina.
Lo real ¿Que carajos será lo real?
¿Esto que no para de no escribirse?
Que mierda queremos completar, esto es lo que llaman realidad, a donde ir, esto es el futuro, el paraiso que nos prometieron desde niños. Por esto peleamos, amamos, destruímos y creamos constantemente...
(continuará)
jueves, 29 de agosto de 2013
Nada Nadie Nunca Gracias.
Nada
luz,
fuego
cielo.
Nada
pie
uña.
Nada
frío
mano
ver,
sentir
quietud
tiempo
sabanas.
Nadie
noche,
agua
sed
cuerpo,
piel
tetas
noche,
calor
besos
labios
Labios
sudor.
Nada
Nadie
Nunca
Gracias.
humo
ojos,
temor
ropas
silla,
adiós.
Nada
duda
temblor
sangre
vida
no estoy
soy.
Nada,
presencia,
aire
piel
bebo,
mundo
mañana,
bajón
revés
plano
estrategia,
ayer
desamor
llanto.
Nadie,
muere,
espaldas
sol
aves,
flics
sol
mar,
el olvido
piedras
hay?
Nadie.
gusano.
Nada
vos
voz.
Nada
Nadie
Nunca
Gracias.
Una sombra
Parado de espaldas a la ventana,
Miro mas allá de las paredes,
Percibo su lejana imagen, creo que es ella,
Me pesa y pasa de largo.
Siento sobre mi encierro su leve peso
la del pasado
Creo que en este momento estoy solo en el mundo
Hasta dios creo que debe estar preso.
Del otro lado de la Ventana,
Mas allá del perro que ladras, hay mas paredes,
Percibo su lejana imagen, creo que es ella,
Me pesa y pasa de largo
...
Miro mas allá de las paredes,
Percibo su lejana imagen, creo que es ella,
Me pesa y pasa de largo.
Siento sobre mi encierro su leve peso
la del pasado
Creo que en este momento estoy solo en el mundo
Hasta dios creo que debe estar preso.
Del otro lado de la Ventana,
Mas allá del perro que ladras, hay mas paredes,
Percibo su lejana imagen, creo que es ella,
Me pesa y pasa de largo
...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)